De Ricard Ibáñez a Antonio Polo: 20 años de Aquelarre

He pensado más de cinco maneras de empezar esta crónica, me he devanado los sesos, seleccionando cuales serían mis primeras palabras, o cómo hacer llegar más claramente el sentimiento que me ha transmitido el Aquelarre de NSR. Así que he decidido por empezar siendo directamente sincero, (esto va por ti, Ricard). Finalmente, mis primeras palabras son gracias, desde el creador al maquetador, del maquetador al editor, del editor al testeador, y así, a todos y cada uno de los que han aportado su granito de arena a los largo de estos veinte años, para que a lo que les gusta llamar la primera criatura, que es Aquelarre, pasara de ser un pequeño infante, a todo un señor juego con un macho cabrío en el pecho, jejeje, con lo que ahora pasamos a presentarles, con sumo gusto, el híbrido de dos grandes figuras de rol nacional, para nuestro gusto, las más grandes, Ricard Ibáñez y Antonio Polo.

Para todos aquellos jugadores clásicos de Aquelarre, el juego les será muy satisfactorio, ya que sigue manteniendo su espíritu, incluso diría que reforzándolo, y a su vez, ha sido revisado, retocado y engrandecido, con una serie de aspectos que un poco más adelante pasaré a describir.

Primero, hablaré de la magnífica idea de poder conseguir el juego en dos portadas bien distintas. Como no podía ser de otra manera, una de mis hermanas Yggdrasileñas, Inma, siempre en desacuerdo conmigo, tuvo a bien escoger la portada diferente a la mía, añadiendo la siguiente frase cuando le pregunté por qué no había elegido la lustrosa imagen del macho cabrío en el Aquelarre: “ Coño, Fede, así tendremos una biblioteca más amplia para la asociación, ¿no?”

En el siguiente aspecto podemos ver el capítulo dedicado a “Dramatis Personae”. Es sencillamente, para hacer una pausa en la lectura, ponerse en pie, y aplaudir al maestro Polo, ya que no solo a conservado la manera clásica de hacer el personaje, sino que ha añadido otra, que se llama “Creación por Orgullos y Vergüenzas”, que te permite asumir el control total de la creación del personaje, haciendo a dichos personajes más nuestros que nunca.
Además, ha añadido todo un elenco de profesiones y grupos sociales, que no estaban contemplados en versiones anteriores.

La segunda parte del manual, es una recopilación del “Ars Medica”, dando una amplísima descripción de enfermedades, tratamientos y ungüentos, espléndidamente documentada, de la España Medieval.

Del siguiente aspecto que me gustaría hablar es el sistema de combate, que es sencillamente, magnífico. Podríamos dedicarle horas y horas, y posiblemente, en nuestro blog, se acabarían las hojitas antes de acabar con él. Se han añadido todo un conjunto de maniobras de combate, que hacen ahora del sistema algo mucho más vivo, creativo, y realista. Así mismo, los aspectos de racionalidad e irracionalidad vienen muchísimo mejor explicados.

El compendio de “Ars Magica” es el más grande y completo que he visto en las distintas versiones de este juego (y eso que yo he visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tanhauser..., jajaja)

El capítulo “Rerum Demoni”, al igual que el “Angelicum Natura” y el “Bestiarium”, aportan, según mi criterio, algunas aclaraciones y aportaciones del sistema fantástico-demoníaco-clerical.

Por último querría destacar, el “Pars XI Chronicae” que debería ser impartido en los colegios, como libro de texto de historia, ya que aún me sigo preguntado cómo en mi querido colegio privado y de pago podían resumir, toda la Edad Media de España en solo dos páginas.

Bueno, y después de tanto bailar el agua y adular el juego, vamos a la parte que no me ha gustado: “Polote y Ricardito, tanto costaba, cabrones, ponernos en los agradecimientos, XD”

Ahora en serio, nos ha encantado el juego, y ha sobrepasado por mucho las expectativas y esperanzas que habíamos depositado en él.

Por último añadir que el número 251 y 294 quedan oficialmente en poder de la grandiosa Yggdrasil. ¡Alta Gloria!