lunes, 26 de septiembre de 2011

Warhammer 40000


Este artículo abre una nueva línea en la que periódicamente iremos proponiendo nuevos tipos de misión a añadir a los indicados en el Reglamento de Warhammer 40.000. Estas misiones han sido diseñadas, probadas, rediseñadas y vueltas a probar gracias a la inestimable ayuda de la clientela de Estalia. La sugerencia de esta ocasión será una variante de la misión Aniquilación en la que los ejércitos en contienda tendrán que contar con el entorno tanto o más que con el enemigo.
En Asalto Nocturno, la habitualmente escasa incidencia de la regla Combate Nocturno se vuelve primordial. Normalmente el equipo de los diversos ejércitos que permite mejorar la visibilidad durante el Combate Nocturno permanece ignorado, pero esta misión tiene la posibilidad de transcurrir por completo en Combate Nocturno, así que no estará de más invertir algunos puntos en dicho equipo.
La misión en sí representa el asalto por parte de un ejército atacante al campamento enemigo al amparo de la noche. Por desgracia, es posible que el ejército se plante en un lugar donde los Marines Espaciales tienen programado un asalto en Cápsulas de Desembarco, o en un lugar maldito donde los Demonios aguardan para hacerse materiales, o donde un Monolito Necrón está a punto de alzarse de su largo entierro.

 Esta misión dispone de su propio modo de despliegue, de modo que no es necesario decidirlo con una tirada de dado.
Las reglas especiales de los diferentes ejércitos dan mucho juego a la hora de decidirse por conservar la iniciativa y ser el Atacante o el Defensor. Un Guardia Imperial o un Tau posiblemente deseen ser defensores para elegir los mejores puestos para sus tropas y tanques (o para no desplegar ni una sola unidad durante el despliegue). Los Marines y Eldars quizá prefieran ser atacantes para aprovechar sus fugaces asaltos relámpago. Los Orkos y Demonios quizá prefieran ceder la iniciativa para que el oponente despliegue en primer lugar y estudiar el mejor modo de acercarse a ellos.

La zona de despliegue del Defensor es quizá un punto crucial. Se trata de una zona más estrecha de lo normal, que a los ejércitos numerosos posiblemente obligue a dejar tropas en reserva por no poder colocar todas las unidades. No obstante, también puede ser una ventaja. Un Orko o un Tiránido podrían sacar buen provecho de empezar la partida con el centro de la mesa lleno a rebosar de sus tropas, cosa que también podría aprovechar un Guardia Imperial o un Marine del Caos para lanzar un brutal bombardeo a los enemigos apelotonados. Un Demonio podría ver apetecible un grupo apretado de tropas, pero si esas tropas son los mencionados Orkos o Tiránidos, quizá prefiera conservar la iniciativa para evitar que el enemigo constituya una plaza fuerte demasiado costosa de asaltar.

La misión da la posibilidad de que los ejércitos empiecen mucho más cerca uno del otro de lo acostumbrado. Los ejércitos de combate cuerpo a cuerpo y los que no dispongan de elementos para paliar el efecto del Combate Nocturno lo verán como una ventaja, los ejércitos de disparo a larga distancia deberían sacar provecho de sus armas de Barrera y utilizar las Reservas y un despliegue astuto para evitar que el enemigo se acerque demasiado pronto.

Sea cual sea el resultado, la diversión de los jugadores debería ser el verdadero objetivo de toda misión de Warhammer 40.000. Un saludo a todos.

Aertes Dragmatio



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